¿Cómo ve el panorama de la industria en 2025, considerando la situación de las pymes en el país?

Realmente en Argentina venimos con un proceso recesivo muy importante. En 2024 hemos perdido prácticamente 9.800 empresas pymes y se perdieron 220.000 puestos de trabajo. Entonces creemos que esto es una alerta para tener en cuenta en un año donde Argentina tiene que crecer. Argentina ha logrado, a través de la recesión y la austeridad, bajar la inflación, pero ahora, o crece o decrece. Esto significa que la industria manufacturera está en una situación límite, donde muchos sectores sensibles, como el textil, la fabricación de calzado y de maquinaria, están cayendo de manera constante. En un reporte reciente se habló de una mejora del 12% en la actividad económica, pero eso no se refiere exactamente a la industria manufacturera. En lo que respecta a los industriales manufactureros, estamos viendo una caída en las ventas de más del 10% en febrero y una proyección negativa para el 2025. La situación se agrava, con aumentos en el sector energético, un 53% de aumento en las importaciones y un incremento en el costo de los alimentos.

¿Cómo se ha afectado la industria por el aumento de importaciones y la situación energética?

La caída en las ventas es alarmante. No vemos ninguna mejora para la industria manufacturera. La proyección de 2025 no es positiva. El aumento de los costos en el sector energético es uno de los factores que más impacta, ya que la energía está dolarizada. Además, el incremento de las importaciones ha sido muy grande. Un dato preocupante es que 4.000 paquetes de productos han ingresado al país a través de couriers, y esta cifra podría triplicarse en el futuro. Todo esto está afectando de manera directa a la industria nacional. Por ejemplo, estamos viendo cómo los industriales se están transformando en importadores. En el sector metalúrgico, un fabricante de bombas está considerando traer productos de China para abastecer a la industria petrolera, porque la producción nacional ya no es competitiva debido a los costos. Esto es una señal clara de que la competitividad de la industria nacional está bajo presión.

¿Qué propone desde el sector para mejorar esta situación?

Nosotros creemos que la solución no está en las criptomonedas ni en la especulación financiera. La única manera en que las pymes pueden salir adelante es a través del trabajo y la producción. Necesitamos producir más, potenciar el mercado y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, que son quienes generan el mercado interno. Sin embargo, no estamos viendo ninguna mejora en estas áreas. El principal problema es el alto costo de la producción, especialmente en el sector energético, y los impuestos que siguen afectando a la industria nacional. También está el tema de las importaciones, que siguen siendo abiertas de manera indiscriminada. Esto no ayuda a la industria local. Los sectores como el calzado, textil y siderúrgico están cerrando, y se están perdiendo miles de empleos. Ya llevamos más de 3.000 despidos solo en los primeros meses de 2025 debido a la falta de ventas. Si no mejoramos las condiciones de competitividad, muchos más sectores van a seguir perdiendo empleos y cerrando.

¿Cómo observa la situación de las pymes en Entre Ríos y otras provincias?

En Entre Ríos, al igual que en otras provincias productoras, las pymes están pasando por una situación muy difícil. Sectores como el avícola, ganadero y otros productores regionales enfrentan una grave crisis. No solo dependen del mercado interno, sino también de las exportaciones, y hoy exportar es muy complicado. Los costos son tan elevados que los productores no pueden ser rentables. En muchos casos, los productores han tenido que dejar las cosechas sin levantar porque no es rentable. Este problema no es exclusivo de Entre Ríos, sino que afecta a toda la región, incluyendo provincias como Santa Fe, San Juan, Mendoza y Córdoba. Los productos regionales no tienen rentabilidad y los productores están perdiendo su capacidad de sostenerse. En el sector manufacturero, sabemos que esta situación se está replicando, pero también hay un gran problema a nivel nacional que afecta a la industria en general.

¿Qué piensa sobre las políticas del gobierno respecto a las pymes?

El gobierno tiene que poner en marcha políticas claras y efectivas para apoyar a las pymes. Las soluciones no están en la especulación financiera ni en favorecer las importaciones. Necesitamos políticas que promuevan la producción nacional, generen empleo y fomenten la competitividad de las pymes. Si seguimos con las mismas medidas de apertura indiscriminada de importaciones y aumento de costos, no vamos a lograr nada. La industria nacional no puede competir en estas condiciones. Si no se toman decisiones concretas y efectivas, la situación de las pymes será cada vez más difícil. Lo hemos dicho claramente: necesitamos una política industrial que apoye la producción interna, la creación de empleo y la mejora de la competitividad.

¿Cuál es su proyección para 2025 si esta situación persiste?

Si la situación sigue como está, podríamos perder hasta 25.000 pymes en todo el país en 2025. Es un panorama extremadamente negativo. Esta situación ya ha generado más de 3.000 despidos, y muchos más pueden ocurrir si no se cambian las políticas. Las pymes no pueden seguir soportando esta carga. La informalidad está creciendo, y sin un cambio en las políticas públicas, el futuro será muy incierto para las pymes y para toda la industria en general. Esta es la realidad que estamos viviendo, y aunque quisiéramos decir que hay un futuro brillante, lamentablemente, las condiciones actuales no permiten ser optimistas.

¿Cómo ve la relación entre la industria y la política?

La relación entre la industria y la política debe mejorar. Necesitamos un diálogo más productivo con el gobierno. Las entidades han ido a hablar con el ministro de Economía, pero no hemos recibido respuestas claras ni soluciones concretas. La política económica que se está aplicando no es la adecuada. No podemos competir en un país donde los costos están dolarizados y las importaciones tienen menos restricciones que la producción nacional. El gobierno debe cambiar esta lógica y empezar a priorizar la industria local, de lo contrario, la situación solo empeorará. La solución no está en la especulación financiera, sino en la producción y el trabajo genuino.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la industria nacional en este contexto?

Los principales desafíos son los altos costos de producción, la falta de competitividad frente a las importaciones y la crisis energética. Si seguimos con los mismos problemas, como los impuestos elevados, la falta de políticas de apoyo y el aumento de las importaciones, la industria nacional no va a poder sostenerse. La industria necesita un cambio estructural en las políticas públicas para poder crecer y generar empleo. Sin ese cambio, la situación va a seguir deteriorándose.

¿Quiere agregar algo más?

Lo que quiero resaltar es que la única forma de salir adelante es a través de la producción y el trabajo. Argentina tiene un potencial enorme, con recursos naturales y humanos que muchos países envidiarían. Si logramos poner en marcha una política industrial adecuada, podemos generar empleo, producir más y exportar. Pero si seguimos con esta política de apertura de importaciones y con costos cada vez más altos, no vamos a salir de la crisis. La situación es difícil, pero aún estamos a tiempo de cambiarla si tomamos las decisiones correctas.

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