
“Acá hay abuso de poder”: La cúpula policial y el ministro abandonan al policía y le mienten a la sociedad. Alfredo Basín, integrante de la Asociación Profesional de Policías de Entre Ríos (Apropoler), advirtió sobre una profunda crisis interna en la fuerza policial provincial en torno a la salud mental, el abandono institucional y las condiciones laborales que enfrentan tanto policías activos como retirados. Durante la entrevista, Basín cuestionó duramente la falta de acompañamiento y contención hacia los efectivos que atraviesan situaciones complejas de salud mental. Denunció que muchas veces, ante la primera carpeta médica, incluso por una gripe, se les retira el arma reglamentaria y se les descuenta un adicional importante del sueldo —el llamado “código de riesgo de pluricidad”—, lo cual se agrava aún más si se trata de una patología de origen emocional o psiquiátrico. Remarcó que este abandono no es nuevo ni exclusivo de esta gestión, sino que viene de hace años, pero que ahora se pone de manifiesto porque empiezan a surgir comunicados oficiales, como el del ministro de Seguridad. Sin embargo, consideró insuficientes las respuestas del Estado y apuntó especialmente contra las declaraciones de la doctora Paula Martínez, psicóloga policial, quien atribuyó algunos casos a frustraciones laborales sin haber transitado las condiciones reales que enfrentan los uniformados. “No podés hablar de frustraciones si nunca estuviste en el bolseguí”, expresó. Contó también que existen casos en los que el personal policial permanece hasta dos años en carpeta médica y termina siendo pasado a disponibilidad, sin un seguimiento serio, y muchas veces evaluado en cinco minutos por profesionales que ni siquiera conocen el trasfondo de la situación. Denunció además que muchas veces los agentes deben viajar cientos de kilómetros para entrevistas fugaces, y que incluso se ha largado a la calle a cadetes o aspirantes sin formación ni estado policial, lo que calificó como una grave irresponsabilidad. Destacó el rol de Apropoler en el acompañamiento de activos y retirados, así como del personal penitenciario, e hizo hincapié en la falta de representación real que tienen dentro de la institución. Dijo que el círculo de retirados no representa los intereses de la base y que no hay canales concretos para que los problemas lleguen al gobernador. “El poder político le da autoridad a un jefe o a un ministro que termina siendo un abuso de poder”, denunció. También criticó con dureza los casos de fraude por adicionales impagos, señalando que hay policías que trabajaron durante meses sin cobrar esas horas y que nadie se hace responsable. Relató cómo él mismo, trasladado de Chajarí a Paraná, tenía que afrontar costos de traslado y comida mientras esperaba cobrar esos adicionales para sobrevivir. Finalmente, apuntó contra el ingreso de profesionales no calificados o con vínculos políticos a cargos sensibles como evaluaciones psicológicas, citando un caso concreto en el que la hija de un exjefe de Policía fue quien desestimó el ingreso de una cadete. Para Basín, la institución debe rever seriamente a quién incorpora y a quién pone en funciones clave, porque “la policía no es para cualquiera”. En su reflexión final, remarcó la importancia de que se visibilicen estos problemas y pidió que no se utilice la fuerza policial con fines de marketing político. «No alcanza con plotear patrulleros o comprar monopatines; hay una cuestión de fondo que se está ignorando», cerró.
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